"Desde la simple solidaridad que comprende una bien desarrollada sensibilidad social, hasta la inmolación de la vida en salvaguarda del prójimo, constituyen el principio rector de quien entrega su servicio voluntario a tan digna causa. Su filosofía de salvar vidas, ayudando a la sociedad a superar o mitigar las consecuencias de una emergencia. Ser Socorrista, exige y pone en relieve inteligencia y mesura, para poder operar con rapidez y seguridad ante una situación de desastre siempre cambiante. Por encima de estos dones debe privar sin duda alguna el amor sin límites a sus semejantes. Su preparación física, psíquica e intelectual debe permitirle, dadas las situaciones que puede afrontar como medico, ingeniero, mecánico, humanista y como sensor inapelable de sus propios errores. A estas aptitudes vocacionales y capacidades profesionales se agrega una constante actividad de estudio y preparación para lograr el máximo perfeccionamiento."

"Definición: Voluntaria es toda persona que, sin fines de lucro, ni estando obligado a ello, realiza un trabajo o servicio, destinado a la asistencia y/promoción de una actividad. Así como todo ser humano nace en condiciones para desempeñarse en una tarea determinada, el hombre de socorros nace para serlo, pero tanto el uno como el otro necesitan formación. La capacitación da conocimientos para que su tarea sea eficaz. De acuerdo a la experiencia, es preferible, perder a un Socorrista que no asume o no quiere entrenarse alcanzando un mayor nivel de conciencia, que perderlo porque trabaja sin la técnica ni la psiquis adecuada y fracasa. El esfuerzo y la dedicación que haga el individuo para obtener el nivel operativo en socorros, nunca es demasiado, ya que no tener esos conocimientos, puede ser una falta para su autoprotección y la protección de sus semejantes. La reflexión y el trabajo en conjunto son la principal fuente de éxito de cualquier actividad social. El trabajo del hombre, puesto al servicio del hombre y para el hombre, cimientan el verdadero avance de la humanidad."